ESCUELA SANTA CARMEN SALLÉS DE THELATHURUTH, KERALA, INDIA.
1 al 13 de agosto, 2018
Como en los dos años anteriores —Consuelo, República Dominicana (2016) y Bacolod/Manila, y Larantuka. Indonesia (2017)— el Fondo María Felicidad Jiménez Ferrer ha colaborado en un proyecto misionero de la Fundación Siempre Adelante de la Congregación Religiosas de la Enseñanza. En esta oportunidad la destinataria de la colaboración fue la Escuela Santa Carmen Sallés de Thelathuruth, en el estado de Kerala en la India, hacia donde salió José Luis Lizcano el 1 de agosto.
En comparación con los viajes anteriores, especialmente a Filipinas e Indonesia, el trayecto directo, con tan solo una escala de dos horas en Doha (Qatar) fue menos cansado, llegando a nuestro destino en Kochi (capital del distrito/provincia de Ernakulam) sin novedad. Bueno, solo la magnífica novedad de que tuve el placer de viajar acompañado por Madre Ancy, directora de la escuela de Thelathuruth que acababa de realizar un estancia de un mes en su Congregación en Santiago de Compostela.
Unos días antes de partir juntos, Madre Ancy y yo tuvimos la oportunidad de reunirnos con Madre Ana Rosa, Presidenta de la Fundación Siempre Adelante, para charlar sobre la misión y algunas tareas que realizar durante mi estancia en Thelathuruht. Mi atención podría centrarse en algunas clases de inglés de refuerzo a los cuatro grupos de alumnos, de entre tres y cinco años, además de algunas prácticas de español con las monjitas y postulantas de la escuela. También hablamos ayudar en la elaboración de las fichas de la selección de niños para el programa de apadrinamiento de la Fundación y en la redacción de sendos proyectos para acceder al programa de ayudas de la propia Fundación Siempre Adelante, concretamente, acerca de la reconstrucción del muro perimetral de la escuela parcialmente derruido y de la adaptación y ampliación de unos aseos para los niños de la escuela.
Sobre los preparativos del viaje, decir que fueron bastante sencillos, solo necesité sacar un visado, no siendo necesario vacunarme de nada, ya que llevo ya algunas vacunas puestas y otras no fueron necesarias por proceder de España. Algún material escolar y unos pocos detalles, junto con la maleta para estas ocasiones, fueron mi único equipaje para el viaje. También llevaba algunas medicinas que me recetó mi médica de cabecera por si cogía alguna infección, etc. Gracias a Dios, no tuve que abrir ni una de las cajitas y todo quedó allí donado; solo utilicé el repelente de insectos.
Primer día, 1 de agosto. Recibimiento y ofrenda
En el aeropuerto de Kochi, único del mundo que opera totalmente con energía ecológica, nos esperaban las Hermanas Jacquline y Simlet, con el transporte preparado para llevarnos a la escuela. En menos de una hora habíamos llegado a la Escuela y allí nos esperaban, ya de madrugada, el resto de familia concepcionista en Thelathuruth: la hermana Divya y las estudiantes postulantas Seema, Achu y Sneha. A Joice, jardinero y encargado del mantenimiento, lo conocí al día siguiente.
El recibimiento fue, como siempre, entrañable y con unas guirnaldas de flores colgadas al cuello visitamos la preciosa Capilla de la Escuela para realizar una ofrenda al Señor, a la Virgen y a Santa Carmen Sallés.
Era muy tarde y no daba tiempo para nada más que retirarse a descansar. Gracias a Dios ya estábamos en nuestro destino, sintiendo las primeras ráfagas de verdadero afecto y amor.
Segundo Día: 2 de agosto. Conociendo el lugar
Mi primer día en la escuela lo dedicamos a conocerla de la mano de Ancy. Un primer recorrido por las aulas y demás dependencias de la primera y segunda planta, así como el patio de recreo, los jardines y la pequeña plantación de plataneros y palmeras de cocos representan un espacio de paz para la educación y convivencia en medio de un ambiente de pobreza y necesidad. No quiero dejar de agradecer desde estos primeros párrafos, la extraordinaria hospitalidad que disfruté, desde el primer momento, incluida la preciosa habitación en la que me alojaron con todas las comodidades necesarias para no echar de menos prácticamente nada mi casa, incluido una conexión Internet bastante estable. Gracias, de verdad.
Por la tarde asisto a la salida de los niños, que son llevados a sus casas directamente por el transporte facilitado por la escuela. En el cobertizo de la parte de atrás, justo al lado del patio de recreo, alineados en dos hileras, todos van subiendo perfectamente ordenados al autobús que, en dos viajes, los lleva a casa. Este es un servicio que ofrece a las familias mucha tranquilidad, al tiempo que un bienestar evidente a los niños.
Después, salimos a dar un paseo para conocer los alrededores de la escuela. Una pequeña carretera muy transitada de vehículos y personas nos conduce al río del pueblo que, a simple vista, me parece un lago enorme, de unas dimensiones impresionantes. Es, evidentemente, un caudal y unas dimensiones que no encontramos en ninguna parte de España. Kerala es el Estado con más agua, canales y ríos de toda la India y, por ello, la pesca es una de sus principales fuentes de ingresos.
Nos acercamos a un pequeño embarcadero, que sirve de punto de encuentro de pescadores, y vemos su técnica de captura, conservación y venta directa del pescado. Aprovechamos para acercarnos a la pescadería donde las hermanas suelen comprar y nos llevamos algunos peces para la escuela.
La comida y cena son mi contacto con los alimentos y la cocina que me espera. Y tengo que decir que me gustó y desde el primer momento me adapté a todo perfectamente, gracias al esmero y la atención a mis costumbres de Ancy y las cocineras, Divya, Jacquline y Simlet. Todos los días me sorprendían con su amor a través de la cocina también. El agua me la hervían, después incluso de pasada por la depuradora.
Después de cenar todos juntos, me sorprendieron con una pequeña fiesta de bienvenida, en la que disfrute de una tarta dedicada y un precioso obsequio: una talla de madera de un elefante, animal sagrado de la India, al que bautizamos después con el nombre de Keralito.
Antes, por la tarde, escuchamos Misa en la preciosa parroquia del barrio. Bueno, yo oía pero no entendía, aunque pude sentir la devoción de los parroquianos que se distribuían mujeres a un lado y hombres al otro. Fue un primer contacto con la rica vida parroquial de Thelathuruth, expresión de la comunidad católica del país, que tiene en el estado de Kerala al mayor número de seguidores.
Terminamos el día sentándonos (en el suelo) un ratito para charlar y contar algunas cosas sobre España, ya que a las hermanas les interesan especialmente como futuro destino en su formación dentro de la congregación concepcionista. Fue una delicia este primer encuentro del grupo completo.
Tercer día: 3 de agosto. Primeras clases
Es la primera vez que me enfrento a una clase de niños tan pequeños de 3,5 años y no sé muy bien cómo resultará. Mi tarea es la de ayudarles con el inglés y, para ello, me han aconsejado que repasemos colores, números, partes del cuerpo, etc. Entro a la clase y la conexión con los niños se produce casi inmediatamente, haciendo que la casi hora de clase pase veloz, casi sin darnos cuenta. Es la clase de Jacquline y allí está ella conmigo para ayudarme. Todo bien, gracias a Dios.
A media mañana, acompaño a Ancy a una visita que tiene que hacer a un colegio de religiosas de la Congregación italiana de Dominicas de Pompei, en un pueblo cercano. Allí tengo ocasión de ver otra gran obra dedicada a la enseñanza de los más necesitados.
Esa tarde empiezo a redactar los borradores de proyectos para la solicitud de ayudas a la Fundación Siempre Adelante: uno para la reconstrucción del muro derruido por tres partes y otro para la adaptación y ampliación de sanitarios.
Por la tarde vamos a Misa y, después de cenar, nos preparamos para ver un capítulo de una serie de Netflix titulada “Daugthers of destiny” sobre un proyecto humanitario centrado en la educación de los denominados en India “Intocables” o niños más pobres, algo parecido a la propia obra concepcionista. Ancy reconoce en la serie una oportunidad para recordar valores esenciales para la vida y la convivencia.
Cuarto día: 4 de agosto. Visita a la capital, Cochín
Es sábado y Ancy ha organizado una pequeña excursión a la capital de la provincia de Ernakulan, llamada Cochín (Kochi). Es una ocasión especial y se alquila un microbús para ir todos juntos: las hermanas, las estudiantes postulantes y algunos colaboradores y profesoras, entre los que se encuentra Joice, que descansa también de sus tareas cotidianas.
Nuestra principal visita es a la Basílica de Nuestra Señora de Ransom, a la que se venera una gran devoción y donde peregrinan constantemente muchos católicos de la región y del estado de Kerala.
Visitamos también otras iglesias de la zona y un palacio hindú, en el que no dejan hacer fotos, y nos desplazamos antes de comer a un mercado popular con una gran variedad comercios de todo tipo. Aprovecho para comprar alguna cosa, regalo con el sabio consejo de Ancy.
La comida es en un centro comercial de la zona más desarrollada de la ciudad, que no desmerece en nada a cualquiera de los centros que podemos encontrarnos en cualquier país desarrollado (estos son los típicos contrastes de grandes ciudades de países en desarrollo). Ya entrada la tarde, regresamos a casa para descansar de tan ajetreado y divertido día de convivencia.
Quinto día: 5 de agosto. Visitas a familias del barrio
Es domingo y desayunamos temprano para ir después a Misa de 8. Es día para descansar y lo dedicamos a repasar las necesidades a cubrir y que hemos de plasmar en los proyectos. Ancy y Simlet me enseñan los sanitarios que se quieren adaptar y ampliar y, después de ver posibilidades, elaboramos un boceto de lo que podría ser la reforma de cara a que los albañiles puedan darnos su opinión y, en su caso, un presupuesto de la obra.
Por la tarde, la dedicamos a dar un paseo por el barrio y nos acercamos al río por una zona muy bonita. Visitamos a varias familias de alumnos de la escuela, que nos abren las puertas de sus hogares para mostrarnos orgullosas sus pequeños santuarios familiares dentro de las propias casas. Algo precioso, que me deja admirado por la devoción familiar que demuestra. En España esto no existe, que una parte importante de los hogares, sino el más importante, se dedique como espacio para la oración familiar.
Después de cenar, antes de retirarnos a descansar, compartimos unos momentos de esparcimiento y convivencia jugando a las cartas.
Sexto día: 6 de agosto. Clases y Daugthers of Destiny
La mañana la dedicamos a dar clases a los otros tres grupos de niños de la escuela. Según voy terminando en una clase entro en otra, recorriendo todos los cursos con sus profesoras al frente: Dyvia, Jacquline y Simlet. Insistimos sobre números, colores, partes del cuerpo, y jugamos haciendo partícipes a los niños y niñas que, divertidos por ver a un señor tan «raro», salen a escribir y pintar en la pizarra. No es mucho tiempo, pero conectamos lo suficiente para sentir la buena sintonía de todos con una novedad que no esperaban.
Simlet nos cuenta por la noche que le ha llamado mucho la atención la reacción de uno de sus alumnos que, siendo muy introvertido por lo general, enseguida ha levantado la mano para intervenir voluntariamente conmigo. Quizá la novedad de ver a un hombre con un aspecto diferente pudo animarle a vencer su natural resistencia a participar más activamente en la clase.
Después de comer, quedamos Ancy, Jacquline y yo para terminar de redactar y completar los informes para solicitar las ayudas para los proyectos.
Hoy hace también buen día y solo de vez en cuando cae algún chaparrón. Paseamos por el jardín por la tarde y, después de cenar, vemos un segundo episodio de la serie Daughters of Destiny.
Séptimo día: 7 de agosto. Huelga de transporte
Hoy desayunamos algo más tarde, ya que una huelga de transporte impide que los niños puedan ir a la escuela. La mañana la ocupo en trabajar en mi habitación con los informes y dando respuesta a algunos correos electrónicos.
Comemos y por la tarde sacamos un rato para una clase de español con Dyvia, Jacquline, Simlet y Shanita, que acaba de incorporarse a la escuela antes de su viaje a California para una larga estancia. Repasamos algunas expresiones y hacemos algunos ejercicios que puedan ayudarlas con sus futuras estancias en España en su formación dentro de la Congregación Concepcionista. Es divertido y son muy aplicadas durante toda la clase. Quedamos emplazados para una nueva sesión en cuanto podamos.
Por la tarde, salimos a pasear por otra zona del río con Dyvia, Shanita y Joice.
La misa de hoy es en la preciosa capilla de la escuela oficiada por el Padre Sony, amigo de Ancy y la Congregación, con quien cenamos y charlamos al finalizar la misa en el comedor de la escuela. Muy amablemente, nos ofrece venir el jueves a por nosotros, para hacer una pequeña excursión por Ernakulam. Después de cenar, compartimos unos momentos de convivencia con algunos juegos de cartas a los que se incorpora Joice.
Octavo día. 8 de agosto. Fotos y Ernakulam
La huelga ha terminado y los niños retornan a las clases normalmente. Por la mañana doy unas clases y justo después del recreo organizamos una sesión de fotografía con los niños seleccionados para el programa de apadrinamiento de la Fundación.
Se trata de retratarlos y confeccionar una ficha personal que sirva para presentarlos a los posibles padrinos colaboradores. Buscamos la localización apropiada y hacemos una sesión rápida con los quince niñas y niños seleccionados.
Las ayudas a las que se optan son para sufragar los gastos esenciales de escolarización de estas quince niñas y niños, de origen más humilde que los demás compañeros.
Este programa de apadrinamiento lleva muchos años funcionando en la Fundación, constituyendo una vía de solidaridad que facilita la llegada directa de una ayuda imprescindible para que muchas familias puedan escolarizar a sus hijos.
Después de comer vamos a Ernakulam para visitar el Hill Palace Museum. Ancy, Joice y yo, nos trasladamos en la furgonetilla que se avisa en ocasiones desde la escuela para conocer este lugar histórico de la cultura hindú.
Termino el día pasando las fotografías la ordenador para poder luego elaborar el dossier para la Fundación.
Noveno día, 9 de agosto. Visita a la misión de Padre Sony
Hoy nos encontramos sin niños de nuevo. Esta vez, porque la crecida de las aguas en la zona ha cortado algunas carreteras y caminos. Las lluvias de los monzones desde el mes de mayo han empezado a producir las primeras inundaciones, como consecuencia fundamentalmente de la apertura forzosa de algunos pantanos que se han llenado y han tenido que empezar a desaguar. Son los primeros momentos en nuestra zona de una situación que se va a ir agravando conforme pasan los días.
Aunque está lloviendo casi todos los días, en Thelathuruth la sensación no es inquietante y la subida del nivel y caudal del río son los indicadores de la situación. Las casas a las orillas del río son las primeras que han empezado a sufrir las consecuencias, viendo el agua a sus puertas. Por la tarde, nos acercamos al río que, si hace unos días impresionaba por su tamaño, hoy lo hace más, crecido y amenazante.
Por la mañana, según habíamos quedado, el Padre Sony vino a la escuela en su coche para recogernos y llevarnos de visita a su parroquia y casa-escuela para discapacitados mentales. Una obra social excepcional, con la clase más desprotegida de una sociedad ya de por sí clasista en donde, por el sistema de castas, los más pobres o intocables están condenados al abandono más absoluto.
Después nos lleva a visitar un templo hindú (Peruvaram Temple) al que solo podemos traspasar las primeras salas, a la iglesia de Santo Tomás Jacobite y a la iglesia cristiana Holy Cross Church. El padre Sony nos trae de regreso a la escuela para comer, dejándonos todo su afecto impregnado en nuestros corazones. Nos damos nuestras señas para seguir en contacto.
Décimo y undécimo días. 10 y 11 de agosto. Inundaciones
Las inundaciones empeoran por momentos y los niños no pueden ir a la escuela. Son días para rezar y esperar acontecimientos. Llaman del Ayuntamiento para conocer el estado de las instalaciones de la escuela, como potencial centro de acogida si la situación lo requiriera.
Pasamos los días atentos a las noticias y viendo la televisión que conecta en directo con las zonas inundadas e informan de la evolución de acontecimientos. De momento, la situación no es dramática en la zona y, aunque ha subido el nivel de las aguas, llegando incluso enfrente de la entrada de la escuela y algo a los cultivos dentro del recinto, no parece que vaya a subir mucho más.
Termino de elaborar los proyectos para la Fundación y por las tardes salimos a visitar el barrio y algunas familias que viven en las cercanías.
El viernes por la noche nos reunimos para preparar una ornamentación floral típica de la fiesta popular Happy Onam que celebraremos al día siguiente como pequeña muestra de la tradición local. Colaboro siguiendo las indicaciones, consiguiendo construir entre todos una bonita figura con pétalos de flores. Me visto según la tradición con la ayuda de Joice.
El sábado disfrutamos de la fiesta preparada con tanto esmero comiendo al estilo tradicional hindú, con los dedos, sentado en el suelo sobre la hoja de una palmera, todo alimentos vegetarianos, ¡¡¡una auténtica delicia!!!
Por la noche terminamos con una entrañable partida de cartas del Uno.
Duodécimo día, domingo, 12 de agosto. Despedida
Es mi último día en Thelathurtuh, antes de partir al día siguiente de vuelta a casa.
La situación se ha estabilizado y brilla el sol al amanecer. Las aguas han bajado su nivel y las familias alrededor de la escuela respiran aliviadas pensando que lo peor ha podido pasar.
Desayunamos antes de ir a misa, disfrutando de una bonita ceremonia y de la amistad de la comunidad que se encuentra en la parroquia como cada domingo. Algunos niños de la escuela y sus padres se acercan a saludarnos afectuosamente, haciéndome sentir querido sinceramente.
La mañana la dedico a recoger y preparar la maleta y unos regalitos para las hermanas y Joice. Por la tarde, Ancy ha organizado una visita del grupo a unos preciosos jardines de Ernakulam. Aunque la tarde está lluviosa, un claro nos deja visitar los jardines y el puerto. La vuelta a la escuela la hacemos bajo una intensa lluvia, presagio de las complicaciones venideras.
Por la noche, las hermanas me ofrecen una entrañable, sencilla y emotiva fiesta de despedida durante la cena, en la que compartimos las anécdotas y experiencias vividas durante mi corta pero intensa y maravillosa estancia.
Décimo tercer día. 13 de agosto. Vuelta a casa
Toca partir y volver a casa. Desayuno temprano para después poder coger el transporte que me llevará al aeropuerto. Me acompañará Ancy que, una vez más, me ofrece su ayuda y sincero afecto. El día amanece despejado y, aparentemente, las inundaciones no van a más en esos momentos. El aeropuerto está funcionando con normalidad.
Me despido emocionado de todas las hermanas, Jacquline, Shanita, Dyvia, Simlet, Achus, Simma y Sneha y de Joice, la familia concepcionista en Thelathuruth, mi familia en la India, con la que quedo ligado para siempre desde lo más profundo de mi corazón. Que Dios os bendiga.
El vuelo de regreso con escala en Doha no sufre incidente alguno y, gracias a Dios, llego a la hora prevista a Madrid.
Graves inundaciones en Kerala: evacuación, retorno y reconstrucción
Desgraciadamente, a los tres o cuatro días de estar en casa de regreso, llegaron las primeras noticias de que la situación de las inundaciones había empeorado dramáticamente y que el nivel de las aguas seguía subiendo sin remedio, así como de las primeras víctimas mortales en el estado de Kerala. Mi preocupación por la situación en Thelathuruth y en nuestra escuela es muy grande pero pronto, a través del WhatsApp, recibo algunos mensajes de Ancy diciéndome que están bien, aunque han tenido que ser evacuadas de la escuela con una embarcación, ya que las aguas han alcanzado más de dos metros de altura. Me dicen que están con el padre Shony a salvo, en su parroquia, y que, por favor, recemos todos por ellos.
Los días posteriores son de la mayor incertidumbre por lo que pueda pasar, pero gracias a Dios, justo el 20 de agosto empezamos a recibir noticias tranquilizadoras de que las aguas empiezan a bajar y de que pronto se podrá volver a la escuela a, por lo menos, ver los daños ocasionados por la inundación. El 21 Joice vuelve de la escuela con el primer diagnóstico de la situación, nada halagüeño. Las aguas han provocado grandes destrozos en la zona y en la propia escuela, como no podría ser de otra forma. Material escolar, mesas, sillas, muebles y electrodomésticos, incluido el generador central, han quedado prácticamente inservibles.
Inmediatamente, pensamos en la mejor manera de ayudar desde aquí, en España, y en dos días diseñamos una campaña de ayuda desde el Fondo MFJF que enviamos a todos nuestros amigos. Se lo comunico a Ancy y Ana Rosa, presidenta de la Fundación Siempre Adelante, y el mismo 21 les mando el enlace a la campaña que hemos incorporado a esta web.
Las primeras donaciones se ingresan enseguida y, después de apenas una semana, ya contamos con algunos fondos para ayudar a cubrir las primeras necesidades. La generosidad de los amigos del Fondo MFJF se pone de manifiesto una vez más, demostrando una verdadera solidaridad con los más necesitados en cada momento.
El duro trabajo de construir de nuevo, limpiar, reparar y ordenar, empieza en cuanto las aguas bajan definitivamente y dejan entrar a la escuela el día 23 de agosto. Con la ayuda de todos, padres de los niños, hermanas y algunos voluntarios, en tres días se consigue volver a la escuela para, en el plazo más breve posible, con lo básico, retomar las clases y dar acogida de nuevo a todos los niños.
La ardua tarea de reconstrucción seguirá durante meses (el muro perimetral que rodea la escuela ha sido derruido en su totalidad por las aguas) pero, gracias a Dios y al esfuerzo de todos, los niños han podido volver a la escuela.
Misión, objetivos y valores
Sobre la base de su misión evangelizadora fundamental a través de los valores esenciales del catolicismo, la comunidad educativa concepcionista en Thelathuruth tiene como objetivo principal y reto de cara al futuro la progresiva integración de la mujer en la sociedad, promoviendo una educación integradora de chicas y chicos en igualdad de condiciones en base a la capacidad y el talento de cada persona, independientemente de su género, que les permita incorporarse y trabajar por una sociedad más desarrollada.
Por otro lado, la convivencia de niños y niñas de distintas religiones —católica, hinduista e islámica— educados en el respeto mutuo y la diversidad religiosa, y provenientes de distintas castas y niveles económicos, representa una realidad de especial valor, que se añade a las bondades del modelo educativo de la Escuela Santa Carmen Sallés de Thelathuruth.
Un año más, mi experiencia misionera me ha llenado de alegría, enriqueciéndome personalmente en muchas facetas y haciéndome ver que lo realmente importante se encuentra en el corazón de las personas.
También he sido consciente, de nuevo, de que la más humilde aportación que podamos realizar a tan loables propósitos es especialmente apreciada, empezando por el mero hecho de compartir con la comunidad educativa unos días de convivencia.
Nuestra cercanía y apoyo personal es una fuente de alegría que recarga de energía también los corazones de la comunidad educativa: hermanas, niños, familias, amigos, etc.
Por ello, y en la medida que las circunstancias lo permitan, animo especialmente a la organización del voluntariado en torno a misiones de convivencia y ayuda, como la que puede realizarse en nuestra querida Escuela Santa Carmen Sallés de Thelathuruth.
José Luis Lizcano