José Luis Lizcano ha participado en la edición número 61 de La Voz Misionera, dando testimonio de su misión en Kerala (India).
SOS Kerala
«Del 1 al 13 del pasado mes de agosto tuve la oportunidad de visitar la Escuela Santa Carmen Sallés de Thelathuruth, en el estado de Kerala (India).
Como en las dos anteriores ocasiones —Consuelo- República Dominicana (2016) y Bacolod/Manila-Filipinas, Larantuka- Indonesia (2017)— en las que conviví durante unos días con las comunidades escolares de nuestra querida congregación de Concepcionistas de la Enseñanza, la experiencia fue extraordinaria, tanto humana como espiritualmente.
En este caso, el grupo de ángeles del Señor (como yo llamo a las religiosas que ofrecen su vida por los demás) lo componen Ancy, Jacquline, Divya, Simlet y Shanitha, con la colaboración de las postulantas Achu, Seema y Sneha, y el bueno de Joice.
Muy poquitas personas, pero un gran corazón que, movido por el amor, son una bendición de Dios para los niños y niñas de una escuela de luz en medio de la pobreza.
Tan solo poco más de tres años desde que abrieron la escuela son ya la esperanza de cerca de 100 niños de infantil y de sus familias, que aprenden, entre otros valores fundamentales, los del respeto a las distintas religiones, la igualdad de género y de escalas sociales.
Desgraciadamente, todo esto se encuentra en riesgo por las consecuencias de las terribles inundaciones provocadas por los monzones que, tras meses de intensas lluvias, anegaron de agua todo el estado de Kerala, Thelathurut incluida, como no había sucedido desde hacía un siglo.
Estando yo allí, el nivel de las aguas empezaba a subir, pero daba la sensación de que la situación no se desbordaría. No fue así y, justo dos días después de mi regreso a España, nos enteramos de que la Escuela estaba inundándose, con el riesgo natural de desalojo.
Las peores previsiones se cumplieron y el nivel de las aguas se elevó hasta los dos metros, teniendo nuestras queridas religiosas que ser rescatadas con una barca desde la parte alta de la escuela; algo que incluso a mí, que conozco todo aquello, me resultaba difícil de imaginar.
Gracias a Dios, no ha habido víctimas personales en toda la comunidad escolar y, tanto los niños como sus familias, están sanos y salvos.
Toca ahora hacer balance de lo perdido por la devastación de las aguas e intentar reconstruir, casi desde cero, todo lo necesario para continuar con la misión educativa, espiritual y social de nuestra Escuela de Thelathuruth.
Material escolar, libros, mesitas, sillas, sanitarios, muro de la escuela, electrodomésticos, etc. tienen que ser repuestos lo antes posible para poder continuar con esta gran labor, puesta a prueba por la desgracia.
Ayudemos todos en esta tarea humanitaria de reconstrucción y pidamos al Señor que bendiga nuestra comunidad escolar de Thelathurhut con sus ángeles-religiosas de guías.»
José Luis Lizcano Álvarez
Fondo María Felicidad Jiménez Ferrer